CELEBROVSKY, Pilar
A 13 días de las elecciones generales, candidatos y partidos ya han empezado a movilizar su máquina electoral para tener el mayor número de votos posibles. Y siguiendo la campaña electoral del partido que hoy gobierna el Reino de España, el Partido Popular (PP), se puede apreciar como basan gran parte de la campaña es hacer gala de lo que ellos denominan “el trabajo bien hecho” y se apoyan, sobretodo, en una supuesta recuperación económica.
Congreso de los Diputados de España. Elecciones 20D 2015
Precisamente esa salida de la crisis, como tantas veces ha proclamado el dirigente del PP y Presidente Español, Marino Rajoy, es la que conviene analizar para darse cuenta que España no ha salido todavía de la crisis y que la recuperación económica es más bien un instrumento electoral para ganar votos que una realidad.
De entrada, y en contra al clamor de “la crisis ya es historia”, la Comisión Europea le ha pedido a España más reformas para cumplir con el déficit, pues las previsiones de la Unión Europea (UE) vaticinan que el déficit del país ibérico será el más alto de la zona euro en 2016. Así pues, si hay que realizar nuevas reformas significa que la crisis no es historia, al contrario, que es una realidad presente y que tiene a miles de españoles haciendo malabares para llegar a fin de mes. Una de las grandes críticas que la UE le hace a España es respecto al mercado laboral, el desempleo no consigue bajar del 20%, y se sitúa en el 21%, y más del 50% de los jóvenes menores de 25 años no consiguen encontrar empleo. El actual gobierno se pone banderitas anunciando que ha rebajado la cifra del desempleo, sin embargo, omite cómo se ha producido este ligero descenso.
Obsesionados con las cifras más que con las condiciones de vida de los españoles, el partido de Mariano Rajoy aprobó en 2012 una reforma laboral que si bien daba cierta flexibilidad para aumentar la contratación, redujo, y de qué manera, las condiciones de trabajo. Hoy en día, son muchos los españoles y españolas que saltan de trabajo en trabajo debido al auge de los contratos temporales, pues cerca del 25% de los nuevos contratos son de esta naturaleza, una de las cifras más altas de Europa.
A ello hay que añadir el trabajo a tiempo parcial, es decir, de pocas horas y que significa un coste menor para el empresario y un ahogo más para el empleado. Con la reforma laboral del PP no sólo se aumentó el trabajo precario y temporal, sino que los trabajadores perdieron protección, pues apenas se incentiva la formación en las empresas y al trabajar con un contrato temporal la cobertura por desempleo es menor.
Como consecuencia, el porcentaje de población en riesgo de pobreza o exclusión se ha disparado situándose en un 29,2% en el año 2014, según la Red Europea de Lucha contra la Pobreza y la Exclusión Social (EAPN). A todo ello conviene añadir que diversas organizaciones sociales han tenido que hacer llamamientos especiales ante la falta de alimentos básicos, medicinas y juguetes que habitualmente se les dona a las familias en riesgo de pobreza.
Así pues, parece alarmante en tanto que descarado que el partido que ha optado por recortar el Estado del Bienestar y que protagoniza el mayor escándalo de corrupción de la democracia, quiera repetir mandato vendiendo humo, como ya hiciese cuatro años atrás.
La pluma de Pilar 