CELEBROVSKY, Pilar
La crisis económica agitó la vida política de muchos países, pero no por ello debería haber alterado la calidad de la democracia. Sin embargo, hace ya muchos años que no veo por ningún lado que el Gobierno actúe en beneficio de la población española, al contrario, sólo veo medidas que la perjudican y que están pensadas para favorecer a ese pequeño porcentaje que no entiende de crisis. Creando, así, desconfianza en todos los Poderes del Estado, sobretodo en el Judicial, el más «neutro» teóricamente hablando, pero que pone en duda que ante la ley no todos somos iguales.
Remontémonos a los inicios de la crisis, Bankia se declara insolvente y viene el rescate a la banca española. Todo ello mientras los consejeros ejecutivos de la entidad se gastaban millones, sí, han leído bien, millones de euros en viajes, coches, restaurantes y alcohol. ¿De dónde salía ese dinero? Es lo que queremos saber todos. Exigimos saber cómo es posible que se rescate a un banco al mismo tiempo que sus directivos derrochan dinero a manos sueltas. Eso sí, los afectados por las preferentes no ven ni un solo euro.
Caso Bárcenas. El juez Ruz confirmó que, efectivamente, el Partido Popular (PP) ha tenido una cuenta B durante décadas. ¿El resultado? Ninguno, aquí no ha pasado nada. El presidente del PP, y lamentablemente, también del Gobierno de España, se da el lujo de echar balones fuera, de no decir nada y de vetar a la prensa evitando las preguntas durante sus intervenciones. Esto es democracia, made in Spain, claro.
En los casos de corrupción más sonados desde que empezará la crisis hay un partido que predomina por encima de otros, el PP. Esto no significa que los demás se libren, porque desafortunadamente parece que la corrupción es una enfermedad de moda en este país. Pero sin duda lo más indignante es la nula independencia que tiene la justicia para actuar, nula porque el Consejo que nombra los jueces está formando por personalidades propuesta por Congreso y Senado, que en otras palabras es el PP, pues gobierna con mayoría absoluta. y si la aplicación de la ley no es de gusto de los políticos el paso siguiente es la inhabilitación del juez.
No contentos con llenarse los bolsillos mientras los ciudadanos se empobrecen , crean leyes que atentan contra la libertad de expresión y de reunión, todo ello para silenciar la opinión pública. Desde los periódicos hasta los ciudadanos de a píe, porque a estas alturas es de dominio público que prácticamente la totalidad de los medios están subordinados al poder político y económico, da igual lo que opine la gente, ningún periódico, radio o televisión publicará nada que haga tambalear sus cuentas. Aunque ahí no acaba todo, también quieren mantener a raya a los ciudadanos criminalizando algo tan legal y democrático como la protesta.
Es insultante tener que presenciar como los grandes políticos y empresarios hacen y deshacen el país a su antojo mientras se dictan órdenes de desahucios contra ancianos de 80 años y enfermos de cáncer, que por cierto, con la “ley mordaza” corren el riesgo de no contar con el apoyo de la plataforma STOP Desahucios, pues se consideraría ilegal su actuación.
Enlaces de interés
La justicia española y su independencia del poder político
Bankia y el uso fraudulento del Derecho
En qué han gastado el dinero los propietarios de las tarjetas «Black»
http://elpais.com/especiales/2014/tarjetas-opacas-caja-madrid/
La pluma de Pilar 